Mercedes Reátegui Yesquén |
“Compañero soy yo de todos los que te temen y guardan tus mandamientos” (Salmo 119:63).
El compañerismo es una relación especial donde predomina la armonía, se comparte tiempo juntos, se trabaja con alegría y por ende se produce mejor. El vínculo del compañerismo se manifiesta a través del trato fraterno, solidario, la confianza y el respeto mutuo entre los miembros que conforman una comunidad, cualesquiera que esta sea.
En la iglesia el compañerismo no es una opción. Es un componente esencial para el cumplimiento de la misión, pues los cristianos hemos sido llamados a vivir nuestra fe y a servir en la obra de Dios en un ambiente de compañerismo.
Vamos a ver algunas implicaciones del compañerismo en la Biblia:
1. EL COMPAÑERISMO IMPLICA BRINDARSE APOYO MUTUO
“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! Que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; más ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto” (Eclesiastés 4:9-12).
Compañerismo quiere decir “compartir una vida común juntos”.
Se dice que una de las mayores bendiciones de la vida es poder contar con amigos y compañeros que permanecen cerca de nosotros en toda circunstancia. El compañerismo tiene, pues, una gran cuota de sacrificio y de compromiso mutuo.
El apoyo mutuo significa también la mutua corrección: "Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros” (Romanos 15:14).
2. EL COMPAÑERISMO IMPLICA SINCERIDAD
Un hermoso ejemplo de transparencia lo encontramos en el Señor Jesús y sus discípulos; especialmente con tres de ellos: Pedro, Jacobo y Juan, con quienes compartió momentos de especial compañerismo.
“Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él” (Mateo 17:1-3).
Jesús se les reveló de tal manera que ellos pudiesen entender quién era realmente él.
3. EL COMPAÑERISMO IMPLICA BUSCAR Y BRINDAR SOPORTE MORAL Y ESPIRITUAL EN LOS MOMENTOS MÁS DIFÍCILES
“Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo” (Mateo 26:36-38).
Aquí observamos a Jesús nuevamente buscando no sólo la compañía, sino el apoyo de sus tres más cercanos e íntimos compañeros: Pedro, Jacobo y Juan, a quienes les confió su sentir a tal punto que, no se avergonzó de expresarles su angustia en el momento más difícil de su vida y su ministerio.
Jesús dio enseñanza práctica de lo que significa ser compañeros en la obra de Dios. En innumerables ocasiones él había sido el consuelo de muchos; pero ahora era el tiempo de buscar el soporte emocional de sus amados discípulos y compañeros.
Todos necesitamos el apoyo moral y espiritual en algún momento de nuestra vida, y cuán consolador es recibirlo en el momento oportuno. Por otro lado, ha de ser para el creyente una manera natural de actuar ante el sufrimiento de las personas que ama. Quizá no podamos ayudar a nuestros compañeros a resolver sus problemas, pero sí podemos hacerles sentir que no están solos.
Todos necesitamos el apoyo moral y espiritual en algún momento de nuestra vida, y cuán consolador es recibirlo en el momento oportuno. Por otro lado, ha de ser para el creyente una manera natural de actuar ante el sufrimiento de las personas que ama. Quizá no podamos ayudar a nuestros compañeros a resolver sus problemas, pero sí podemos hacerles sentir que no están solos.
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios” (2ª Corintios 1:3-4).
En primer lugar, Dios es la fuente de consuelo que nunca falla, pero también desea que estemos dispuestos a llevar consuelo y ánimo a quienes lo necesiten.
4. EL COMPAÑERISMO IMPLICA COMPARTIR LAS BENDICIONES
La Biblia enseña también que debemos apoyar financieramente a quienes nos instruyen en la Palabra de Dios: “El que es enseñado en la Palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye” (Gálatas 6:6).
Un comentarista bíblico dice lo siguiente: “Aquí Pablo urge a los cristianos gálatas a que apoyen a sus maestros, los cuales podrían proveer una sana enseñanza (diferente a la de sus oponentes)." (1)
El creyente que comparte las bendiciones que Dios le da, recibirá mayor bendición.
Jesús también manifestó su deseo de compartir las bendiciones eternas con aquellos compañeros que han andado cerca de él con fidelidad. “Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo” (Juan 17:24).
5. EL COMPAÑERISMO CRISTIANO IMPLICA COMPARTIR LOS RIESGOS
“Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en Cristo” (Romanos 16:7).
Es muy probable que se trate de una pareja de esposos, que junto con el apóstol Pablo, fueron encarcelados en el ejercicio de su ministerio evangelístico. Y como se sabe, muchos otros cristianos, compañeros de Pablo, estuvieron a punto de perder la vida en otras circunstancias.
“Las condiciones de viaje eran peligrosas y severas (…) y tales condiciones disminuían la propia resistencia a las muchas enfermedades de la antigüedad”. (2)
“Las condiciones de viaje eran peligrosas y severas (…) y tales condiciones disminuían la propia resistencia a las muchas enfermedades de la antigüedad”. (2)
“Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades (…) Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza (…) porque por la obra de Cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida para suplir lo que faltaba en vuestro servicio por mí” (Filipenses 2:25-30).
6. EL COMPAÑERISMO IMPLICA RESPETO AL MINISTERIO DE LOS DEMÁS
A pesar de las discrepancias que se habían suscitado anteriormente en cuanto al ministerio de Pablo y Bernabé entre los gentiles, los apóstoles reconocieron que Dios también estaba obrando por medio de Pablo y su compañero, enviándolos a llevar el evangelio más allá de las fronteras de Palestina; en tanto que los primeros apóstoles, debían seguir anunciando las buenas nuevas de salvación al pueblo judío.
“y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo. Para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión” (Gálatas 2:9)
Los fuertes vínculos de compañerismo cristiano, hicieron que los hermanos se pusieran de acuerdo, de modo que el trabajo misionero se extendió a otros campos insospechados para la gloria de Dios.
7. EL COMPAÑERISMO IMPLICA EL CONTACTO FRECUENTE
En la iglesia de Cristo no hay lugar para el individualismo. “No dejando de congregarnos como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” (Hebreos 10:25).
Sobre este asunto William MacDonald dice lo siguiente:
“Esto puede considerarse como una exhortación general para todos los creyentes para que sean fieles en su asistencia a la iglesia. Indudablemente, encontramos fuerza, consolación, alimento y gozo en el culto y servicio colectivos (…) Pero básicamente, este versículo es una advertencia contra la apostasía. Aquí, por dejar de congregarse significa dar la espalda al cristianismo y volverse al judaísmo”. (3)
En la relación de compañerismo se procura el bien común.
CONCLUSIÓN
En la iglesia debe manifestarse el vínculo de compañerismo entre los miembros, pues donde hay compañerismo predomina el amor, el entusiasmo y el sentido de pertenencia. Que Dios nos ayude a encontrar nuevas formas de fortalecer los vínculos de compañerismo en el seno de nuestras congregaciones para que nuestro trabajo sea efectivo y de su completo agrado.
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Notas:
(1) Craig S. Keener. COMENTARIO DEL CONTEXTO CULTURAL DE LA BIBLIA. Nuevo Testamento, Ed. Mundo Hispano: El Paso, Texas, 1993, p. 533.
(2) Craig S. Keener, Op.cit., pp. 536-537.
(3) William MacDonald. COMENTARIO AL NUEVO TESTAMENTO, Clie: Barcelona, 1995, p. 1187.
Tema: "A tu lado iré"
Fuente: RenuevoDePlenitud.com
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