8 de mayo de 2015

JOCABED, LA MADRE DEL PRÍNCIPE

Verónica Reátegui Yesquén
Lectura Bíblica: Éxodo 2:1-10

INTRODUCCIÓN

Amram [1] un hombre de la tribu de Leví tomó por esposa a una mujer de nombre Jocabed [2] de la misma tribu. Tuvieron tres hijos, María, Aarón y Moisés, del cual se dice que era un hermoso niño.

¿Quién era realmente Jocabed? Aunque en la Biblia encontramos poca información acerca de su persona, sin embargo, gracias a algunos datos proporcionados, podemos rescatar algunas cualidades de Jocabed,  como mujer y como madre.

I.  UNA MUJER VALIENTE: Los Israelitas estaban pasando por tiempos de dura aflicción. El rey de Egipto viendo que los israelitas se multiplicaban rápidamente, se preocupó en gran manera porque este pueblo se hacía cada vez más numeroso. 
    “Miren, el pueblo israelita es más numeroso y más poderoso que nosotros; así que debemos tramar algo para impedir que sigan aumentando, porque puede ser que, en caso de guerra, se pongan de parte de nuestros enemigos para pelear contra nosotros y se vayan de este país.” Ex. 1:9-10
El rey dio tres soluciones al respecto:
  1. Colocó capataces para oprimir más a los israelitas con trabajos muy duros, esclavizándolos cruelmente, (v. 1.11-14).
  2. Ordenó a las parteras de las hebreas que le quitaran la vida a todo niño varón. Sin embargo, las parteras que eran temerosas de Dios no cumplieron con dicho mandato justificando ante el rey que las hebreas daban a luz antes de que ellas las atendiesen, (v. 15-19).
  3. Ordenó a todo su pueblo: “Echen al río a todos los niños hebreos que nazcan; pero a las niñas déjenlas vivir.” (v.1:22) 
En ese contexto Jocabed dio a luz un niño varón. “Al ver que era hermoso” (v. 2:1b), decidió esconderlo. Se destaca la belleza especial del niño a los ojos de tan amorosos padres que optaron por ocultarlo todo el tiempo que les fuera posible a riesgo de sus propias vidas. 
    “Por fe, al nacer Moisés, sus padres lo escondieron durante tres meses; porque vieron que era un niño hermoso, y no tuvieron miedo de la orden que el rey había dado de matar a los niños.” Heb. 11:23
II.  UNA MUJER CREATIVA: La misma presión de la situación por la que atravesaba el pueblo de Israel, los obligaba a  no poder ocultar más tiempo al niño. Para Jocabed era difícil separarse de su hijo y peor aún que le hicieran algún daño. Es por eso que decidió poner en ejecución un plan que definiría el futuro del bebé.
    "Pero, no pudiendo tenerlo escondido por más tiempo, tomó un canastillo de junco, le tapó todas las rendijas con asfalto natural y brea, para que no le entrara agua, y luego puso al niño dentro del canastillo y lo dejó entre los juncos a la orilla del río Nilo…” (Ex. 2:3).
Aunque todos poseemos un talento innato que nos motiva a ser creativos, sin embargo, cuando a  esto se le añade amor, fe y dedicación, se pueden hacer cosas sorprendentes. Y esto es lo que sucedió con Jocabed, una madre decidida y capaz de proteger a su pequeño niño.

III.  UNA MUJER SABIA E INTELIGENTE: El Plan no funcionaría sin un cómplice y que mejor cómplice que la misma hermana del niño, María.
    “…además le dijo a una hermana del niño que se quedara a cierta distancia, y que estuviera al tanto de lo que pasara con él.” (Ex. 2:4).
Lógicamente dentro del plan estaba la familia del Faraón. Jocabed tenía conocimiento de que la hija de faraón acostumbraba a bañarse frecuentemente en el río Nilo.
    “Más tarde, la hija del faraón bajó a bañarse al río y, mientras sus sirvientas se paseaban por la orilla, vio el canastillo entre los juncos. Entonces mandó a una de sus esclavas que se lo trajera. Al abrir el canastillo y ver que allí dentro había un niño llorando, la hija del faraón sintió compasión de él y dijo: -Este es un niño hebreo. Entonces la hermana del niño propuso a la hija del faraón: - ¿Le parece a usted bien que llame a una nodriza hebrea, para que le dé el pecho a este niño? – Ve por ella - contestó la hija del faraón. Entonces la muchacha fue por la madre del niño,  y la hija del faraón le dijo: - Toma a este niño y críamelo, y yo te pagaré por tu trabajo” Ex. 2:5-6.
De esa manera Jocabed pudo tener a su niño nuevamente en sus brazos y pudo criarlo hasta cierta edad. Y cuando lo entregó a la hija de faraón, ésta lo adoptó como hijo suyo y lo llamó “Moisés” diciendo: “Porque de las aguas lo saqué”.
IV. UNA MUJER DE FE: Jocabed había sido instruida de acuerdo a la tradición hebrea. Conocía la historia de su pueblo, y de la adoración a Dios. Su fe en Dios la motivó hacer lo siguiente: 
  1. Esconder al niño durante tres meses no temiendo la orden del rey (Heb.11:23).
  2. Elaborar un canastillo, colocar al niño dentro y dar instrucciones a María, hasta que todo se consumó de cuerdo a lo planificado por el bien del bebé.
  3. Instruir al niño en los principios y valores de acuerdo a la tradición y fe de su pueblo:
    “Y por fe, Moisés, cuando ya fue hombre, no quiso llamarse hijo de la hija del faraón; prefirió ser maltratado junto con el pueblo de Dios, a gozar por un tiempo los placeres del pecado. Consideró de más valor sufrir la deshonra del Mesías que gozar de la riqueza de Egipto; porque tenía la vista puesta en la recompensa que Dios le había de dar.” (Heb.11:24-26).
CONCLUSIONES FINALES:
  • Dios eligió a Jocabed, una mujer de fe,  para ser un instrumento valioso dentro de sus planes.
  • Así como Moisés fue protegido de la muerte por su madre, de la misma manera, Él prefirió salvar a su pueblo que gozar de los beneficios y placeres de Egipto.
  • La base de la buena formación de los hijos está en darles a conocer la Palabra de Dios y formarlos de acuerdo a los valores cristianos. 
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Nota Pie de Página:

[1] Éxodo 6:20
[2] Jocabed significa “Jehová es glorioso”

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