Verónica Reátegui Y. |
Lectura Bíblica: Jueces 6: 1-16
Diversos estudios sobre la conducta del ser humano revelan que uno de los obstáculos más grandes que se presenta en la vida, no radica en la limitación física, sino en aquella limitación propiamente emocional. Siendo la etapa de la juventud la que presenta el mayor número de porcentaje con este problema por los siguientes factores: Edad, género, raza, condición social, ideología e imagen personal.
Generalmente la primera reacción de toda persona, luego de escuchar una buena propuesta u oportunidad en la vida es detenerse a mirar los obstáculos en el camino, en vez fijarse en la meta. Por ejemplo, hay casos de jóvenes que dejándose llevar por la emoción, aceptan tal propuesta y, luego de examinar detenidamente sus limitaciones, al final abandonan el camino que les puede llevar a conseguir sus metas.
Entendemos y reconocemos que vivimos en una sociedad contaminada de discriminación y falta de oportunidades por los motivos ya mencionados anteriormente. Jóvenes que con mucha ilusión terminan una carrera profesional y terminan en otros oficios generando en ellos frustración y desesperanza.
La historia de Gedeón se desarrolla en un contexto similar al nuestro, había pobreza, abuso de autoridad y violencia contra los más débiles. En el presente diálogo, encontramos a un joven desesperado buscando la solución por sus propias manos ¿Quién en desesperación no ha actuado de la misma manera ante una injusticia o una mala noticia perdiendo la esperanza? Sin recordar en ese momento las palabras de ánimo de parte de Dios: “Jehová está contigo, hombre esforzado y valiente” (v.12). La segunda característica de Gedeón fue su incredulidad al cuestionar a Dios, algo que también muchos lo hacen “¿Dónde estaba cuando paso esto o aquello?, no podré salir adelante con esta injusticia”. A lo que él responde: “Ve con esta tu fuerza… ¿No te envío yo?” (v. 14). Y finalmente, las excusas, no acepto tal desafío porque no tengo dinero, soy muy joven, no me veo igual que los otros, mi manera de pensar es distinta, soy menos que los demás. Dentro de todas estas excusas que limitan nuestro desarrollo, hay una promesa: “Ciertamente yo estaré contigo…” (v. 16).
Este es un tiempo valioso para humillarnos ante el Señor en oración e interceder por los más débiles quienes por diversos motivos no pueden realizar sus metas, y para que Dios también nos ayude a superar nuestras limitaciones, teniendo presente que Dios nos ha creado a su imagen y semejanza, con inteligencia y capacidades para desarrollarnos en la vida. Capaces de salir adelante en cualquier asunto, capaces de vencer toda injusticia y capaces de romper todas aquellas limitaciones que nos impiden valorarnos como personas.
Recuerda que Dios te anima a esforzarte y ser valiente para trabajar y liderar en el ministerio que te ha encomendado dentro de la iglesia considerando su promesa que siempre estará contigo.
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Tema Musical: Abrázame
Intérprete: Paulina Aguirre
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Tema Musical: Abrázame
Intérprete: Paulina Aguirre
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