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7 de agosto de 2012

DIOS DEFIENDE LAS CAUSAS JUSTAS

Mercedes Reátegui Yesquén
INTRODUCCIÓN 

-“¡Esto no es justo!” 
- “¿Y ahora qué hacemos ante tamaña injusticia?”
 - “En el mundo no hay justicia, y nadie nos defiende” 

Todos los días escuchamos lamentos como éstos y quizá también usted se ha quejado así alguna vez. Y esto sucede porque justicia es una palabra que cada día va perdiendo su verdadero valor y significado. 

El Diccionario de la Real Academia Española dice lo siguiente: “LA JUSTICIA es la virtud que inclina dar a cada uno lo que le corresponde. Lo que debe hacerse según el derecho, la equidad y la razón”. 

La justicia, entonces, debe velar por el bienestar y la seguridad de nosotros y de los demás, de modo que al observar las leyes, todas las partes seamos beneficiadas de manera imparcial. 

Existen miles de libros que abordan el tema de la justicia y esto es bueno; pero los cristianos tenemos el privilegio de beber de la fuente de la verdad que es la Palabra de Dios. 

DIOS ES JUSTO 
La Biblia nos enseña que uno de los más notables atributos de Dios es su Justicia. Dios siempre hace lo correcto porque él es bueno y es santo, y porque es santo también es justo. 

El Señor es bueno y justo; él corrige la conducta de los pecadores y guía por su camino a los humildes; ¡los instruye en la justicia!”. Salmo 25: 8-9 (DHH). 

Es decir, que Dios en su bondad y justicia no nos exige hacer lo que no se nos ha enseñado. Primeramente nos muestra el camino por dónde debemos andar, de modo que no tenemos excusa para andar desviados. Mediante la enseñanza de su Palabra, Dios corrige nuestra conducta y nos guía para que caminemos en sus sendas. 

Dios nos instruye en justicia porque quiere que seamos justos y fieles a sus mandatos.

Pero tú eres justo en todo lo que ha venido sobre nosotros; porque rectamente has hecho; más nosotros hemos hecho lo malo”. Nehemías 9:33 (RV 1960). 

Nehemías estaba consciente de que Dios, en su justicia, había ejecutado sobre ellos el castigo del cual les había advertido anticipadamente si se apartaban de sus mandamientos. Israel estaba sufriendo, pues, a causa de su propia injusticia, como producto de su rebeldía al Dios que decían temer. 

Así pues Nehemías nos da una lección de humildad ante el accionar de Dios sobre nuestras vidas. Es necesario, además, reconocer nuestras malas acciones cuando hemos ofendido a Dios y confesarle: “Señor tú eres justo, en cambio nosotros sólo hemos hecho lo malo”. 

DIOS QUIERE QUE SEAMOS JUSTOS 

Ir tras la justicia conduce a la vida; pero ir tras la maldad conduce a la muerte”. Proverbios 11:19 (DHH). 

Muchas personas creen que sólo las autoridades están obligadas a practicar la justicia, pero la Biblia dice que todos tenemos la obligación de proceder justamente en todo cuanto hacemos. 

Procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor, sino también delante de los hombres”. 2 Corintios 8:21 (RV 1960). 

El Señor reprueba las balanzas y las medidas falsas, así como el precio injusto de las cosas.

Pesa exacta y justa tendrás; efa cabal y justo tendrás, para que tus días sean prolongados sobre la tierra que Jehová tu Dios te da, porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que hace esto, y cualquiera que hace injusticia”. Deuteronomio 25:15-16 (RV 1960). 

Las leyes deben ser justas, pero todos los días vemos cómo se vulneran los derechos de los demás con medidas “legales” pero injustas que sólo benefician a unos pocos privilegiados. Todos somos, sin embargo, testigos de cuán injustos son muchos de los precios que pagamos por los servicios que recibimos. 

Dios ama la justicia y manda que todos -sin excepción- la pongan en práctica 

LAS REGLAS LAS PONE DIOS 
A lo largo de la historia, la gente ha vivido –y sigue viviendo- en abierta rebeldía a la voluntad de Dios.

Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios”. Romanos 10:3 (RV 1960). 

Aunque aquí el apóstol Pablo está haciendo alusión a la justicia para salvación, el principio se aplica a toda la conducta humana, pues el hombre no puede imponer sus criterios de justicia a la justicia de Dios. Lo que Dios demanda va conforme a su naturaleza, de modo que la única manera de agradarle es hacer únicamente lo que él nos manda. Así de simple. De esa manera nuestra adoración será grata a él y nuestras oraciones no serán estorbadas. 

“El Señor te ha dicho, oh hombre, en qué consiste lo bueno y qué es lo que él espera de ti: que hagas justicia, que seas fiel y leal y que obedezcas humildemente a tu Dios”. Miqueas 6:8 (DHH). 

DIOS ES DEFENSOR DE LAS CAUSAS JUSTAS 
En su anhelo de justicia el rey David clama a Dios: 

Señor, escucha mi causa justa, atiende a mi clamor, presta oído a mi oración, pues no sale de labios mentirosos. ¡Que venga de ti mi sentencia, pues tú sabes lo que es justo!”. Salmo 17:1-2 (DHH). 

Dios escuchó el argumento de la causa justa de David y lo libró del mal que se cernía sobre él. Aquí la clave está en lo que pide: Por una causa justa. Pide justicia de parte de Dios.

Escucha mi clamor porque estoy muy afligido”. Salmo 142:6a (RV 1960). 

En medio de la angustia, víctimas de la injusticia de los hombres podemos alzar nuestros ojos y clamar suplicantes al Dios que todo lo puede y que es defensor de las causas justas. 

Dios no sólo atendió los ruegos de David, sino que también hizo mucho más con él y lo puso en un lugar de honor en la historia de la salvación. 

Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía”. Salmo 37:5-6 (RV 1960). 

David ha experimentado la bondad de Dios y nos comparte lo que podemos hacer frente a cualquier injusticia: poner el asunto en las manos de Dios y esperar a ver lo que hará. 

De modo que, estimado lector, frente a un hecho injusto usted también puede clamar a Dios desde lo más profundo de su corazón, diciéndole: “Señor, no es justo lo que me han hecho. Te ruego que me ayudes y me muestres lo que debo hacer“. 

LA JUSTICIA: UN ASUNTO PRÁCTICO 
Cuando clamamos a Dios por una causa justa, Él quiere que tomemos parte activa de su respuesta, lo cual puede generarnos más de una incomodidad y riesgo. Esto, por supuesto, dentro de los límites de lo que es justo como corresponde a la conducta cristiana. Si no estamos dispuestos será mejor que pensemos bien acerca de lo que pedimos en nuestras oraciones. Amado(a) hermano(a), recuerde que nuestro Dios es defensor de las causas justas y por eso oye el clamor de los que confían en Él y puede ordenar las cosas conforme a su justicia. Su servidora puede dar fe de ello para la gloria de Dios. 

CONCLUSIÓN 
El Señor Jesús enseñó a sus discípulos que la promesa de la vida eterna es para los que practican la justicia con su prójimo. Dios es justo, ama la justicia y quiere que seamos hacedores de justicia en todo cuanto hagamos 

Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos”. Mateo 5:20 (RV 1960). 

La demanda de Jesucristo a que vivamos una vida caracterizada por la justicia –según la Palabra de Dios- es de tal importancia que puede llegar a definir nuestro destino final. 

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Canción "Tu bandera"
Canta: Jesús Adrián Romero
Fuente: jaroficial

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