Introducción
Cuando me han preguntado si tengo miedo de morir, rápidamente he respondido que no, y he apelado a lo que dice la Biblia acerca del tema. Pero lo cierto es que hablamos así cuando nada ni nadie está atentando contra nuestra integridad física o emocional. Pero cuando atravesamos una situación “x” en que la posibilidad de morir es real, es otra cosa. Hace poco viví una de esas experiencias y orando he llegado a decirle a Dios: “Señor, por favor, todavía no…aún tengo cosas por hacer y necesito ordenar algunas otras por aquí y por allá”. Entonces es mejor no tomar tan a la ligera los asuntos importantes.
Bach. Mercedes Reátegui Yesquén |
Cara a cara con la muerte (vv. 1-4)
La posibilidad de morir puede llegar a dejarnos paralizados. Nuestros hermanos del primer siglo sí que enfrentaron la muerte. Por orden del rey Herodes Agripa los cristianos fueron perseguidos, torturados y asesinados cruelmente, y tan sólo por manifestar su fe en Cristo. Éste Herodes Agripa era hijo del rey Herodes que intentó matar al niño Jesús y sin duda no era mejor que su padre.
Herodes Agripa mandó matar al apóstol Jacobo –hermano de Juan- y no contento con ello encarceló al apóstol Pedro para exponerlo ante los judíos, quienes estaban llenos de odio hacia los cristianos. ¿Con qué propósito? Era obvio que para sentenciarle a muerte como hicieron con el Señor Jesús. Pedro fue puesto bajo la estricta custodia de dieciséis soldados romanos. En esa situación, a Pedro no le quedaba ninguna duda de que su muerte era inminente.
Por un momento pongámonos en lugar de Pedro. Saber que la vida llegará a su fin en pocas horas y peor aún en manos de hombres sanguinarios especialmente entrenados para causar horribles sufrimientos a sus víctimas, no es poca cosa. Nos imaginamos entonces la angustia de Pedro, pero nadie podía hacer nada por él… aparentemente.
La necesidad de orar a pesar del temor (v. 5)
Mientras Pedro estaba en la cárcel fuertemente custodiado “la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él”. No exentos de temor, sino a pesar de ello seguían orando. ¿Qué pedirían en sus oraciones? Estoy segura que oraban por la vida del amado hermano Pedro.
La necesidad de orar a pesar del temor (v. 5)
Mientras Pedro estaba en la cárcel fuertemente custodiado “la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él”. No exentos de temor, sino a pesar de ello seguían orando. ¿Qué pedirían en sus oraciones? Estoy segura que oraban por la vida del amado hermano Pedro.
Lastimosamente hoy en día muchos son los cristianos que le dan poco o ningún valor a la oración en la iglesia, de lo contrario los cultos de oración no serían tan poco concurridos. Esos cristianos no tienen la menor idea del poder de la oración.
Orar es una necesidad de todos los días, así como lo es la necesidad de respirar, comer, beber, dormir y moverse. ¿Cuántas veces suplimos esas necesidades durante el día? Así también tenemos que suplir nuestra necesidad de orar. La iglesia estaba orando siempre, pero esta vez oraban por la vida de Pedro.
Las “extrañas obras y las extrañas operaciones” que Dios hace a favor de los suyos
La Biblia da cuenta de hechos extraordinarios. Eso podemos verlo en Isaías 28:21: “Porque Jehová se levantará como en el monte Perazim, como en el valle de Gabaón se enojará; para hacer su obra, su extraña obra, y para hacer su operación, su extraña operación”. Hay ocasiones en que Dios, en su soberanía, obra de manera milagrosa y misteriosa de tal modo que nos deja sencillamente asombrados. “Es como para no creerlo” decimos; “si no lo estuviera viviendo, no lo creería”.
Tanto en Perazim como en Gabaón sucedieron hechos sobrenaturales que hicieron obtener la victoria al pueblo de Israel. Esto fue en los tiempos del Antiguo Testamento, pero también se dieron en tiempos del Nuevo Testamento y estoy segura que también ahora se siguen llevando a cabo lo que el profeta Isaías llamó “las extrañas obras y las extrañas operaciones de Dios” en bien de su iglesia y de todo aquel que confía en Él.
La liberación de Pedro (vv. 7-10)
La situación de Pedro era complicada: dormía encadenado a dos soldados y había guardias tanto en los pasadizos como en las puertas de la cárcel. Imposible escapar. Sin embargo por medio de hechos sobrenaturales, divinos, Pedro fue puesto en libertad. Veamos:
- Aparece un ángel del Señor y una luz celestial resplandece en la cárcel.
- Pedro es despertado por el ángel quien le da instrucciones.
- Las cadenas que sujetan las manos de Pedro se caen solas.
- Pedro, guiado por el ángel del Señor pasa por la primera y la segunda guardia sin ser visto.
- Ambos llegan a la puerta de hierro que da a la calle y no tienen necesidad de tocarla, porque ésta se abre por sí sola.
- Ya fuera, Pedro es acompañado por el ángel una cuadra y de pronto el ángel desaparece dejándolo libre y a salvo.
Como vemos no es algo que sucede todos los días. Son hechos sobrenaturales, milagrosos. Tan extraña fue esta experiencia que aún el apóstol Pedro creyó que era un sueño o una visión (v. 9).
Dios es glorificado y su iglesia fortalecida (vv. 11-25)
Pedro reconoce que todo ha sido obra de Dios, quien lo ha librado del cruel Herodes y de una muerte segura (v. 11). Mientras Pedro vivía esta experiencia de liberación ¿Qué estaban haciendo los hermanos? Estaban reunidos y aún orando (v. 12 b). En tanto la iglesia oraba, Dios estaba obrando ¡Y de qué manera!
Conclusión
La historia dio un vuelco a fin de que los planes de Dios para con su pueblo siguieran adelante. Los soldados, sin poder explicar la desaparición de Pedro, fueron ejecutados por orden de Herodes; y él mismo murió horriblemente tiempo después por no darle la gloria a Dios (vv. 22-23). Pedro siguió al frente de la iglesia y “la Palabra del Señor crecía y se multiplicaba”. La iglesia estaba espiritualmente más fuerte que antes (v. 24).
La historia dio un vuelco a fin de que los planes de Dios para con su pueblo siguieran adelante. Los soldados, sin poder explicar la desaparición de Pedro, fueron ejecutados por orden de Herodes; y él mismo murió horriblemente tiempo después por no darle la gloria a Dios (vv. 22-23). Pedro siguió al frente de la iglesia y “la Palabra del Señor crecía y se multiplicaba”. La iglesia estaba espiritualmente más fuerte que antes (v. 24).
Un creyente escribió que: “Cuando oramos a Dios tenemos que estar dispuestos a ser parte de la respuesta”. Si hacemos esto hermanos, seguramente que seremos testigos de más de una de esas “extrañas y maravillosas” obras que Dios hará tanto en su iglesia como en nuestras vidas.
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Tema musical: "Esperar en ti"
Intérprete: Jesús Adrián Romero
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Tema musical: "Esperar en ti"
Intérprete: Jesús Adrián Romero
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