MARÍA, MADRE EN CIRCUNSTANCIAS DIFÍCILES

Martín Ocaña Flores

Se acerca el día de la madre y pensé en escribir una reflexión bíblica (a sabiendas que tal reflexión sería parcial y limitada). Luego se presentó el asunto de qué madre elegiría y el asunto se agravó. Hay tantas madres en la Biblia que dejan lecciones de vida para todos, y mencionar a una dejando a otras sería injusto. Así llegué a María de Nazareth, la madre de Jesús, es decir la mamá del que confesamos que es nuestro Salvador y Señor. Dicha elección me llevó a reconocer que no todos los evangélicos valoran a María. La realidad es que ello se debe a un prejuicio teológico. Como que en nuestro interior hay algo que nos dice “María es de los católicos”, pero sabemos que se trata de un prejuicio que causa perjuicios. 

Hay aún una tarea pendiente en la teología evangélica respecto a María la madre de Jesús. Hay una gran injusticia contra ella, contra su hijo Jesús, y contra la humanidad de ambos. Como que hay cosas que no se quieren aceptar o hablar (ya ni digo reflexionar). Revisando la literatura cristiana sobre el tema uno llamó mi atención. Se trata del libro MADRES DE LA BIBLIA. 20 RETRATOS PARA NUESTRO TIEMPO de Margot Kässmann (Santander: Sal Terrae, 2012). He tomado prestado dos párrafos de ella.

“María representa la madre solícita por antonomasia. Acepta su embarazo, a pesar de no haberlo planificado ella. Acompaña a su hijo hasta el último momento, hasta su amargo final: está al pie de la cruz cuando él muere. De ninguna otra figura bíblica, fuera de Jesús, tenemos tantas imágenes y representaciones. Si nos remontamos a la historia bíblica, María es ante todo una mujer joven que antes de contraer matrimonio se queda embarazada. (…) Es bueno descubrir a María como madre que tiene a un hijo en circunstancias difíciles. La gente lo comenta y murmura. 

Su hijo no se comporta siempre «como es debido». En cierta ocasión, María le pide a Jesús que acceda a hablar con ella y con sus hermanos. Jesús se niega en redondo, con palabras no precisamente amables y delante de todos: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?» (Mateo 12,48). En el momento de morir Jesús, ella está de pie bajo la cruz y tiene que soportar que él, su hijo, muera como un malhechor. ¿Cómo se siente en esos casos una madre? María no tiene más remedio que cargar con el oprobio y la provocación pública derivados del hecho de ser la madre de Jesús. La historia de María nos muestra cómo puede una madre mantener intacto el amor al propio hijo, incluso cuando eso es difícil.”

Sin duda la figura de María de Nazareth, la joven campesina, la excluida de su tiempo por ser pobre y mujer, pero -a la vez- la elegida por Dios para llevar en su vientre a Jesús, es uno de los modelos de madre que se mencionan en la Biblia. Que los pastores y maestros le demos un poco más de atención en las aulas y el púlpito. Y pensar que en su vientre se gestó -literalmente- la historia de la salvación, el Reino de Dios.